En María Malo, creemos que la forma en que algo se crea importa.

Cada pareo que hacemos lleva no solo color y diseño, sino también intención, cuidado y respeto por la Tierra.

Nuestro proceso comienza con el tejido. Usamos materiales orgánicos elegidos por su pureza, suavidad y capacidad para absorber pigmentos naturales de una forma que los sintéticos nunca podrían.

Esta elección no es solo una cuestión de sostenibilidad; también tiene que ver con cómo respira el tejido, cómo absorbe y se transforma en cada etapa.
Comenzamos lavando la tela con bicarbonato de sodio. Este paso, simple pero esencial, elimina impurezas y prepara la superficie para recibir el pigmento de manera uniforme y natural.

Una vez seca, la tela se extiende completamente, y colocamos cuidadosamente sobre ella la pantalla con nuestro diseño.

Entonces comienza la técnica de la cal. Rociamos cal húmeda a través de la pantalla, siguiendo con precisión el patrón. Mientras la superficie aún está húmeda, espolvoreamos cal seca, finamente pulverizada, usando un tamiz, permitiendo que se asiente suavemente sobre el diseño.

Cuando se seca, retiramos la pantalla y se revela la impresión en un relieve suave y terroso.

Ahora llega el momento del color. Llenamos la pistola de aire con pigmento natural de índigo y lo aplicamos de forma uniforme sobre la tela, dejándolo penetrar y cobrar vida.

El paso final es enjuagar la tela con agua, fijar el color y dejar que se seque al aire libre.

Cada pareo es más que una prenda. Es una pieza creada lentamente y con consciencia: una expresión de coherencia, creatividad, pasión y respeto.

Maria Malo